Schopenhauer: Cita de "El amor, las mujeres y la muerte".

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Preciso ha sido que el entendimiento del hombre se obscureciese por el amor para llamar bello a ese sexo de corta estatura, estrechos hombros, anchas caderas y piernas cortas. Toda su belleza reside en el instinto del amor que nos empuja a ellas. En vez de llamarle bello, hubiera sido más justo llamarle inestético.
Las mujeres no tienen el sentimiento ni la inteligencia de la música, así como tampoco de la poesía y las artes plásticas En ellas todo es pura imitación, puro pretexto, pura afectación explotada por su deseo de agradar. Son incapaces de tomar parte con desinterés en nada, sea lo que fuere, y he aquí la razón. El hombre se esfuerza en todo por dominar directamente, ya por la inteligencia, ya por la fuerza; la mujer, por el contrario, siempre y en todas partes está reducida a una dominación en absoluto indirecta; es decir, sobre él ejerce una influencia inmediata. Por consiguiente, la naturaleza lleva a las mujeres a buscar en todas las cosas un medio de conquistar al hombre, y el interés que parecen tomarse por las cosas exteriores siempre es un fingimiento, un rodeo, es decir, pura coquetería y pura monada. Rousseau lo ha dicho: "Las mujeres, en general, no aman ningún arte, no son inteligentes en ninguno, y no tienen ningún genio. Basta observar, por ejemplo, lo que ocupa y atrae su atención en un concierto, en la ópera o en la comedia; advertir el descaro con que continúan su cháchara en los lugares más hermosos de las más grandes obras maestras. Si es cierto que los griegos no admitían a las mujeres en los espectáculos, tuvieron mucha razón; a lo menos, en sus teatros se podría oír alguna cesa".
En nuestro tiempo, al mulie taceat in ecclesia convendría añadir un taceat mullier in theatro, o bien sustituir un precepto por otro, y colgar éste, en grandes caracteres, sobre el telón del escenario.
Pero, ¿qué puede esperarse de las mujeres, si se reflexiona que en el mundo entero no ha podido producir este sexo un solo ingenio verdaderamente grande, ni una sola completa y original en las bellas artes, ni un solo trabajo de valor duradero, sea en lo que fuere? Esto es muy notable en la pintura. Son tan aptas como nosotros para aprender la parte técnica y cultivan con asiduidad esta arte, sin poder gloriarse de una sola obra maestra, precisamente porque les falta aquella objetividad del espíritu que es necesaria, sobre todo para la pintura. No pueden salir de si mismas. Por eso las mujeres vulgares ni siquiera son capaces de sentir sus bellezas, porque natura non facit sutus. En su célebre obra Examen de ingenios para las ciencias -que tiene más de trescientos años de fecha- rehúsa Huarte a las mujeres toda capacidad superior.
Excepciones aisladas y parciales no cambian las cosas en nada: tomadas en conjunto, las mujeres son y serán las nulidades más cabales e incurables.
Gracias a nuestra organización social absurda en el mayor grado, que las hace participar del título y la situación del hombre, por elevados que sean, excitan con encarnizamiento las menos nobles ambiciones de éste; y por una consecuencia natural de este absurdo, su dominio y el tono que imponen ellas corrompen la sociedad moderna.
Debiera tomarse como norma esta sentencia de Napoleón Iº "Las mujeres no tienen categoría".
Chamfort dice también con mucha exactitud: "Están hechas para comerciar con nuestras debilidades y con nuestra locura, pero no con nuestra razón. Existen entre ellas y los hombres simpatías de epidermis y muy pocas simpatías de espíritu, de alma y de carácter".
Las mujeres son el sexus sequior, el sexo segundo desde todos los puntos de vista, hecho para estar a un lado y en segundo termino. Cierto que se deben tener consideraciones a su debilidad; pero es ridículo rendirles pleito-homenaje, y eso mismo nos degrada a sus ojos. La naturaleza, al separar la especie humana en dos categorías, no ha hecho iguales las partes.
Esto es lo que han pensado en todo tiempo los antiguos y los pueblos de Oriente, que se daban mejor cuenta del papel que conviene a las mujeres que nosotros con nuestra galantería a la antigua moda francesa y nuestra estúpida veneración, que es el despliegue más completo de la necedad germanocristiana. Esto no ha servido más que para hacerlas tan arrogantes y tan impertinentes. A veces me hacen pensar en los monos sagrados de Benarés, los cuales tienen tal
conciencia de su dignidad sacrosanta y de su inviolabilidad, que todo se lo creen permitido.
La mujer en Occidente, lo que se llama la señora, se encuentra en una posición enteramente falsa. Porque la mujer, el sexus sequior de los antiguos, no está en manera ninguna formada para inspirar veneración y recibir homenajes, ni para llevar la cabeza más alta que el hombre, ni para tener iguales derechos que éste.
Las consecuencias de esta falsa posición son harto evidentes. Sería de desear que en Europa se volviese a su puesto natural a ese número dos de la especie, humana y que se suprimiera la señora, objeto de mofa para el Asia entera, y de la cual también se hubieran burlado Roma y Grecia.
Desde el punto de vista político y social, esta reforma sería un verdadero beneficio. El principio de 1a ley sálica es tan evidente, tan indiscutible, que parece inútil formularlo. Lo que se llama propiamente la dama europea es una especie de ser que no debiera existir. No debería haber en el mundo más que mujeres de interior, aplicadas a los quehaceres domésticos, y jóvenes solteras aspirantes a ser lo que aquéllas, que se formasen, no en la arrogancia, sino en el trabajo y en la sumisión.

12 comentarios:

Anónimo :
18 de marzo de 2010, 21:17

Eso en su contexto se entendería, ahora es absurdo pensarlo. Si no han aportado nada lo suficientemente grande, es porque ha tenido un rol distinto y siempre ha estado sometida al hombre. Han hecho lo que se esperaba de ellas, y si alguna ha intentado aspirar a más, se le han cortado las alas la mayoría de veces.

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19 de marzo de 2010, 21:37

Hola. No voy a decir que este conforme con todo lo que aparece en la cita pero en algunos apartados me parece acertado.

Es verdad que las mujeres han estado oprimidas por el género másculino, pero... ¿crees que el origen de esa situación viene motivada exclusivamente por los hombres?. Pienso que el tema es más complejo y hay más factores que producen este resultado.

Saludos

Anónimo :
20 de junio de 2010, 0:04

Pareces saber mucho de las mujeres sin estar en su piel. Es decir, no sabes absolutamente NADA. ¿Cómo puedes juzgar tantas actitudes de la mujer sin tener su cabeza, su pensamiento? Eres tremendamente injusto y prejuicioso en todo lo que dices. Sólo hablas en base a teorías carpetovetónicas y supongo que a tu propia valoración, que es absolutamente subjetiva.
Lo que en realidad creo es que muchos hombres como tú tenéis una egolatría de vuestra condición sexual que no podéis sujetarla en brazos.
Nos acusas de no tener ni una obra maestra en las artes. Ahora te formulo yo una pregunta, ¿cuántas obras maestras hay en el mundo? Muy pocas ¿Cuántos hombres vulgares, bastos y carentes de inteligencia hay en el mundo? Millones, millones.

No me gustan las posiciones extremas, no me gusta posicionarme en un feminismo extremo porque considero a ambos sexos iguales, porque he conocido hombres y mujeres de toda clase y toda capacidad, y entre dos del mismo nivel no he visto diferencia alguna ligada a su condición sexual. Pero personas como tú me hacen que entienda a las feministas demasiado bien.
Desde luego serías incapaz de ponerte en el lugar de una mujer. Mira, nosotras, las "débiles", las "sensibles", podemos ser empáticas y ponernos en el lugar de otra persona para comprenderle y no ser injustas juzgándole. Por cierto, he conocido hombres empáticos. Y con muchas cualidades de mujer. No me creo nada de las tesis sobre nuestra inferioridad que das por absolutas e inmutables.

No entiendo por qué sigue existiendo la misoginia. Será que os creéis los reyes del universo. Pero ni los hombres, ni las mujeres, ni nadie lo somos. El universo está por encima de nosotros, que somos tan ególatras y antropocéntricos. Algún día nos darán lo que merecemos por orgullosos.

Me alegro de no conocer a nadie como tú. Espero que vuestra mentalidad acabe por extinguirse de una vez, porque está claro que no conduce a ningún lugar bueno.

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20 de junio de 2010, 0:56

Hola anónima (teniendo en cuenta la orientación de tu comentario y que te refieres a ti como “nosotras” supongo que eres una mujer).

Entiende que no es condición imprescindible estar en la “piel de algo” para poder conocerlo. Por ejemplo, es fácil predecir el comportamiento de muchos animales sin necesidad de ser el animal en cuestión. No necesito ser un mono para saber lo que puede estar pensando uno de ellos en un momento determinado. En lo que podría estar conforme es en que, por ejemplo, no existe el conocimiento “en sí”, ya que toda compresión implica necesariamente una hermenéutica, pero esto sucede tanto para hombres como para mujeres. Así pues, hecha esta matización, no veo el motivo de por qué no puedo hacer juicios y sacar mis propias conclusiones.

Ciertamente hay una inmensidad de hombres y mujeres vulgares y mediocres. Desde la luego la proporción entre los que crean algo que es sublime y los que no crean absolutamente nada de valor es infinitamente menor para los primeros. Pero… ¿cambia eso en algo que la creación siempre haya partido de manos masculinas?. Como ves son temas distintos.

Me parece que te has llevado una impresión herrada de mí y de lo que hay aquí escrito. Si bien estos artículos están centrados sobre las mujeres dejo bien claro (lo pone en el lateral de este blog) que de igual manera, aunque respecto a aspectos distintos, se puede hablar en los mismos términos respecto a los hombres. Por si no te llega te puedo recomendar estos artículos ("Çatal Hüyük";"De la religión matriarcal a la patriarcal") que he puesto en los otros blogs y en los que critico la “parte masculina”. Así pues es evidente no pretendo hacer a nadie “inferior” sino que pretendo partir de la igualdad de derechos y dignidades entre hombres y mujeres (también lo pone en el lateral del blog).

La misoginia sigue existiendo (entre otras cosas) porque el que las personas deban de realizarse dentro de un sexo obliga a la incomunicación y a la parcialidad. Resulta tan inevitable como que el ser humano sea finito y, por tanto, imperfecto. Pero míralo por el lado bueno, sólo duele lo que importa. Yo creo que lo que hay en realidad detrás de muchos misóginos es un verdadero y genuino interés. El que se vea truncado es lo que puede llevar a la misoginia.

Tampoco creo que no conozcas a nadie como yo. De la misma forma que hay infinidad de comentarios para despreciar a los hombres también los hay para despreciar a las mujeres. Casi todos hemos caído en esa posición y sería muy fariseo y estúpido no reconocerlo. Pero claro, es fácil “respetar” a todo el mundo cuando no hay un verdadero interés por nadie. Que esta actitud no conduzca a ningún “lugar positivo” quizás sea cierto, pero cualquier lugar en el que aparezca un mínimo de verdad será mejor que un sitio en el que impere el “buenrollismo “.

Un saludo

Pablo Distinto :
3 de julio de 2010, 22:40

El texto de Schopenhauer (el libro entero en sí) No es de una lectura fácil para personas que apuntan a "prejuicios" desde lo subjetivo. Una buena biografía sobre este autor también podría dar alguna pista sobre su "pensamiento".
Igualmente, todo queda en la interpretción; ya que Arthur no esta acá para decirnos qué quiso decir ...

Saludos

Pablo T.

Anónimo :
9 de julio de 2010, 16:48

muy interesante este blog!

rexito marania :
14 de octubre de 2010, 19:47

este libro reafirmo muchas cosas que pensaba, forma parte de mi biblioteca de cabezera

Anónimo :
20 de enero de 2011, 12:41

Seguramente no veis más alla de vuestro ombligo.
Espero que seais de edad avanzada para que los de vuestra especie se extingan lo antes posible.
Parece mentira que no sintais respeto por las PERSONAS que en definitiva somos todos.

Misántropo :
20 de enero de 2011, 14:32

Anónimo:

No sé qué es lo que entiendes por respeto, pero dudo que sea lo que significa la palabra.

Si "respetar" es para ti anhelar que los demás envejezcan y desaparezcan sólo puedo decirte que no me interesa tu "respeto". En las dictaduras del Cono Sur también respetaban a la gente haciéndola desaparecer.

Anónimo :
15 de marzo de 2012, 16:58

arthur chopenahuer no se rodeo de mujeres inteligentes o en esa epoca que le toco vivir existian muchos prejuicios y ello seguramente le hacia ver las cosas de ese modo tan miserable lo siento por el y por lo que se perdio al desconocer todas las capacidades infinitas de nuestro sexo femenino

Anónimo :
6 de julio de 2012, 22:31

seguramente no se tomo la molestia de conocer a una mujer de verdad y menos de amarla por eso pensaba asi en el fondo les tenia envidia por que era homosexual y eso lo condicionaba a despreciarlas como sigue ocurriendo en algunos casos actuales que las odian tanto que las queman con alcoholpor suerte no todos los hombres son asi por que si no se extinguiria la raza humana

Anónimo :
1 de septiembre de 2012, 5:08

ufff arde esta polemica
pienso que que el hombre y mujer que viven en sociedad, no tienen chance de tener un enfoque natural de su propio genero, cuanto mas del ajeno...
el hombre (como especie) erro creando estas sociedades viciosas y gordas que sangran a otras flacas y hambrientas...
todo esto es una payasada de egos machistas y feministas que no dejan ver el camino al futuro y asi vamos, asi estamos...
todo lo que ha tocado el hombre (como especie) lo ha destruido, creo la vida en sciedad para no atenderse a si mismo y, ver a los demas...
las mujeres tienen un rol especifico natural que han olvidado, los hombres igual....
este hombre al cual admiro (schopen), fue un pensador del siglo 19 que ya se dio cuenta alli, del error de haber creado esta forma de vida en sociedad y, desde esa base expuso sus ideas y las proyecto al futuro con una precision, casi adivinatoria
lo que se ha leido en este debate es claro ejemplo de sus palabras...
tartemos de contruir desde ellas el verdadero sentido y contexto que el dio...
lo que suena machista, por algo se lo reconoce de esa manera...
y nadie es oprimido toda su vida sino lo permite, eso si pasaba en epocas de schopen, pero ahora...
saludos

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